Una Pescadería Municipal: Recomendaciones de @Hunting_Flavours

sábado, julio, 2018

Hay una variante de Colombia de la que casi nunca se habla cuando se quiere resaltar las bondades de este país: la pesca artesanal. Parece algo obvio ante la grandeza del territorio rodeado de dos mares y que permite tener una variante en cuanto a especies del mar, pero en realidad esta maravilla no es tan así.

En los últimos años, fueron las grandes cadenas las que desarrollaron la trazabilidad del pescado con las comunidades de pescadores del Pacífico y del Caribe. Dependiendo del tipo, de la salinidad de las aguas donde vive, de lo que come y de la manera en que se captura y se maneja, era lo que podíamos probar en algún gran restaurante de la ciudad. Había que buscarlos con lupa, eso sí, ya que siempre ha sido difícil conseguir pescado fresco, recién traído del mar y sin procesos de congelación, como ocurre con el salmón.

Por eso ahora resulta más que sorprendente -caminando por las calles de Chapinero alto-, encontrar un pequeño restaurante llamado Pescadería Municipal. Una cevichería popular de 30 puestos que homenajea a nuestros pescadores y sus tradiciones culinarias. Una réplica exacta de un kiosko al lado de las olas.

Esta pescadería nos lleva a un viaje por nuestras playas y nos recuerda cómo se come con brisa marina. Hay patacones, ceviches, pescados fritos, mariscos, entre otros. Pulpo grillado, gambas. Yo siempre sueño con esta imagen: en una playa sentada en un chiringuito de colores comiendo mojarra frita con arroz de coco y patacón, disfrutando del paisaje marino sin pensar en el reloj.

Los platos y los cocineros rescatan lo mejor de nuestros mares. Un día puede llevarte a las playas de México y otro día recuerdas las caletas de pescadores de Chile o Perú. Sin embargo, lo importante no es el país, sino que se siente un sabor a Pacífico y Caribe. Con este aroma el lugar propone también una personalidad cercana a las plazas de mercado, esa popularidad que les da identidad a las ciudades. Se entiende que es posible comer pescados y mariscos sin tanto mantel y con la oferta de pescados en las estanterías. Y si agregamos técnicas y mucha creatividad de los chefs que vienen trabajando en algunos de los mejores restaurantes de la ciudad, sus platos transmiten frescura, juventud y una comodidad en precios: oscilan entre los $9.000 a $35.000 pesos.

Esta bacanería de pescadería, con un letrero que dice “siga mi pez”, tiene un ambiente tropical que te hace querer bailar y sacar la alegría que llevas. Platos imperdibles: el Encocado de Mojarra (salsa de leche de coco, camarones, arroz pajarito y patacones), Cóctel de Kiosko (típico coctel de camarón con salsa fruco, mayo de ajo y patacón pisao), Mixto de Mar (pescado frito, calamar, langostino, yuca y papa criolla). Y que decir de la Cazuela “Vuelve a la Vida” (pescado, calamar, mejillones, almejas, leche de coco y arroz pajarito) perfecto para mezclar.

La Pescadería Municipal es un sitio que vale la pena visitar para recordar que ese pescado que nos comimos la última vez que fuimos a la playa está a la vuelta de la esquina.